miércoles, 25 de enero de 2012

Salvemos al Pao-Cachinche: No al aumento del Trasvase del Lago de Valencia a nuestro embalse

El agua que todos consumimos en la Gran Valencia tiene su origen el Embalse Pao-Cachinche, el cual al mismo tiempo, es el cuerpo receptor final del 80% de las aguas servidas o cloacales de toda la ciudad, estableciéndose así un ciclo de re-uso permanente de las aguas que acertadamente se le ha denominado el ciclo escatológico del agua. Esta situación tan particular, única en nuestro País, junto al estado deplorable de mantenimiento de la planta de tratamiento de aguas residuales “La Mariposa” (encargada de tratar las aguas negras antes de su descarga) ha expuesto a nuestro embalse a un continuo proceso de deterioro de la calidad de sus aguas, el cual se agravado dramáticamente en los últimos años debido fundamentalmente a una decisión gubernamental: el trasvase de aguas contaminadas del Lago de Valencia hacia nuestra fuente de abastecimiento.

En lo que le tomará a Ud. terminar de leer hasta el punto de esta oración, a nuestro Embalse Pao-Cachinche le habrán descargado más 84.000 litros de aguas contaminadas provenientes del Lago de Valencia sin ningún tipo de tratamiento previo. Y es que, desde Septiembre de 2007, el Ministerio del Ambiento y la Hidrológica del Centro (HIDROCENTRO) has estado bombeando más de 5.600 litros por segundo, desde la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “Los Guayos” ubicada a las orillas del Lago, por una tubería de 17 km hasta la cuenca baja del río Cabriales, y de allí a nuestro embalse.


Durante estos últimos 4 años de funcionamiento, el trasvase ha ejercido un rol decisivo en la contaminación del Pao-Cachinche. La Fundación Movimiento por la Calidad del Agua denunció públicamente y presentó pruebas en rueda de prensa el 19 de Agosto de 2010 que el trasvase de las Aguas del Lago de Valencia sin ningún tipo de tratamiento previo constituía una grave fuente de contaminación de las aguas del embalse, que había acelerado e intensificado dramáticamente su estado de contaminación.

Hoy en día nuestro embalse se encuentra hipereutroficado, con una alta presencia de lemna y bora que cubre grandes extensiones de su superficie, con niveles crecientes de nitrógeno, fósforo y cianobacterias, mientras decrece su concentración de oxígeno disuelto, y con una fauna cada vez menos diversa. Es tal la situación actual del embalse (en virtud de los estudios que han sido realizados por diversos autores e instituciones) que si nos apegáramos al cumplimiento de lo establecido en la legislación actual, sus aguas ya son de tan baja calidad que no podrían ser utilizadas para potabilización, al menos no mediante los procesos utilizados actualmente por nuestra hidrológica.

Esta contaminación causada por el Trasvase  ha repercutido sobre la calidad de las agua para consumo humano que es suministrada por Hidrocentro a casi 3.000.000 millones de personas en los estados Carabobo, Aragua y Cojedes. Evidencia de ello son los valores históricos promedios de la calidad del agua a la salida de la Planta  Potabilizadora  “Alejo Zuloaga”  (donde por definición debería poderse obtener el agua de mejor calidad en todo el acueducto) los cuales demuestran como ha desmejorado drásticamente al calidad de la misma a partir de Septiembre de 2007 cuando se activó el Trasvase. Desde esa fecha hasta la actualidad, varios parámetros que definen la calidad del agua potable han superado los límites máximos permitidos por las normas sanitarias venezolanas e internacionales, siendo particularmente preocupante (por su toxicidad y carácter bioacumulativo) la concentración de aluminio en el agua distribuida para consumo humano, que para mayo de 2008 alcanzó un cifra récord de 0,53 mg/L, lo que representó un concentración 662% mayor al valor promedio registrado previo al funcionamiento del Trasvase, y un 265% superior al máximo permitido en las Normas Sanitarias.

Esta profunda vinculación existente entre el trasvase de las aguas del Lago de Valencia con la contaminación del Embalse Pao-Cachinche, y a su vez, con la contaminación del agua suministrada para consumo humano, ha sido completa y deliberadamente ignorada por las autoridades de HIDROCENTRO y del Ministerio del Ambiente, aún a pesar de que la Comisión Interistitucional creada para estudiar la contaminación del agua y conformada por el dichas instituciones, Insalud, el Concejo Legislativo del Estado Carabobo, Concejos Comunales y Diputados Oficialistas de la Asamblea Nacional, reconoció que los valores de parámetros tan importantes como el Nitrógeno Total, la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), la Demanda Química de Oxígeno (DQO) arrojados por sus propios estudios, mostraban que el embalse ya no podía ser clasificado como aguas Tipo 1B, sino como Tipo 1C, de acuerdo a la clasificación mencionada en el Decreto Min. Ambiente Nº 883. Es decir, dicha comisión constató que dichas aguas ya no pueden ser potabilizadas por procesos de potabilización convencionales como los realizados en la planta Alejo Zuloaga, y es por ello que HIDROCENTRO en un forzado intento de mejorar la calidad del agua, aumenta la dosificación las sustancias químicas propias del proceso (como el cloro y el sulfato de aluminio) a la hora de su “potabilización” a niveles ilegales y que suponen un riesgo para la salud de quienes la consumen, es decir, todos nosotros.

Los efectos negativos sobre la salud de los carabobeños se desprenden como producto de esta contaminación del embalse, y su subsecuente efecto en la contaminación del agua distribuida para consumo humano, ya se están produciendo. Más allá de la desagradable anécdota que es compartida por la gran mayoría de los Valencianos, de la irritación y picazón que genera el agua hiperclorada, o la turbiedad y fetidez del agua subclorada, los registros epidemiológicos recientes demuestran cómo se ha incrementado la incidencia de enfermedades asociadas a la ingesta de agua no potable, especialmente como ha aumentado la morbilidad de diarreas en el Estado Carabobo, la cual ha afectado con mayor impacto al grupo etario más vulnerable, los niños.

Sin embargo, lo más preocupante son aquellos riesgos asociados al consumo durante largos períodos de tiempo de un agua no potable en las condiciones con la cual es distribuida para su consumo. Estudios han demostrado la presencia en el agua “potable” de nuestro acueducto, de sustancias consideradas cancerígenas por la Organización Mundial a la Salud, cuando estas son ingeridas en altas concentraciones por largos períodos de tiempo. Tampoco debemos perder de vista, los efectos que pudiera tener la ingesta de aluminio en el agua, pues si bien aún existe un debate en la comunidad médica sobre cuáles serían sus efectos a mediano y largo plazo, estudios sugieren una correlación con la incidencia de enfermedades degenerativas del sistema nervioso, como el Alzheimer en los adultos mayores y problemas en el desarrollo cognitivo en los niños.

Como sociedad, resulta evidente que debemos actuar con precaución y un alto sentido d responsabilidad, y no esperar las estadísticas que dentro de una década diluciden el alcance de estos riesgos que hoy conocemos estamos expuestos, considerando que cada segundo esta problemática sanitario-ambiental aumenta, y con ellas sus riesgos y sus comprobados efectos negativos sobre el ambiente y nuestra salud. Más aún, no podemos esperar ni un instante más, cuando desde las más alta instancias del gobierno nacional, se están tomando decisiones que profundizarán dramáticamente, los problemas aquí descritos.

El pasado domingo 25 de Enero del presente año, el Gobernador del Estado Aragua, Rafael Isea, en representación de las 2 Comisiones Presidenciales de Alto Nivel creadas para el control de del nivel del Lago de Valencia, manifestó que la principal medida a ejecutar para controlar su crecimiento,  será el aumentar la capacidad del sistema de bombeo del trasvase de unos 5.600 litros por segundo en la actualidad, a unos 18.000 litros por segundo en los próximos meses.

A todos nos debe preocupar profundamente que la extensión y el impacto de este delito ambiental que ha venido cometiendo el Gobierno Nacional a través de Hidrocentro y el Ministerio del Ambiente, con el cual se ha colocado en riesgo la salud de la población abastecida, pueda no solo continuar indefinidamente sino además incrementarse. De tomarse esta decisión el Gobierno Nacional estaría condenando definitivamente a la muerte al Embalse Pao-Cachinche, debido al altísimo impacto contaminante que  tendría el triplicar la capacidad del Trasvase, siendo aún más preocupante el incremento de sus efectos en la contaminación de las aguas para consumo humano y sus efectos potenciales efectos negativos sobre la salud de aproximadamente 3.000.000 de personas en los estados Cojedes, Aragua y Carabobo.

Por esta razón desde el Movimiento Por la Calidad del Agua hacemos un nuevo llamado a toda la Sociedad Carabobeña para no permitir que se tome y ejecute esta irresponsable y gravísima decisión, y a la vez, a instar al Gobierno Nacional a ejecutar las otras alternativas que se han presentado para darle salida a los excedentes del Lago, y que no precisan de la contaminación de nuestro principal, las cuales sin duda representan un menor daño al ecosistema, y sobre todo, a los venezolanos.


Lic. Edison Durán Lucena
Director General del Movimiento por la Calidad del Agua
www.agua.org.ve  twitter: @aguacarabobo

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